Escrito por: Anais Lalombriz
Visuales de: Gabriela Molano
Cuando Myopía se encontraba en proceso de gestación, visité a un profesor del departamento de Literatura llamado Albert Mobilio en su oficina en el sótano de la universidad. Él me dijo, “whatever you do, make sure you make a splash!” refiriéndose al momento de lanzamiento del proyecto. No existe mala publicidad, es muy importante generar ruido, me dijo. Challenge accepted!
Nos apropiamos del feeling y por eso, una vez lanzada la página web el 3 de octubre del 2016 le pusimos “El Chapuzón” al evento que condecoraba su existencia el 15 de enero siguiente. El “splash” fue clave en la construcción de este concepto y además, estábamos en pleno verano y tocaba aludir a la comunidad surfer que nos rodeaba: Punta Hermosa, el paraíso por excelencia de la tabla.
El invitado especial fue Salomón Beda, cantautor colombiano a quien pueden conocer por completo aquí y escuchar aquí. Importado desde Bogotá en la aerolínea Viva Colombia, Salo junto con Guil Treistan en el bajo y Alonso Barclay y en el cajón, se mandaron una sana combinación de folk, reggae caribeño, salsita y corazón. Fue tal la química de estos tres que acabamos llamándolos “Salo y Los Tropicales” y les hicimos un video después del evento que pueden ver aquí.
Coky Kaya, músico y leyenda del reggae en la comunidad Punta Hermosina, se apuntó a hacer un set justo después de ellos, de total imprevisto. Eso fue lo más feeling! El que sin haberlo planeado, la gente se apunte a seguirla. Anais dio un pequeño discurso. Estaba tan nerviosa que hasta el día de hoy, no se acuerda nada de lo que dijo.
Otro invitado estelar esa noche fue la proyección de fondo de 8 metros donde compartimos muchísimos de los contenidos hechos hasta la fecha y quienes habían estado a cargo de ellos. Pero más que eso, fue la primera vez que conocimos a Miguelito, quien hoy por hoy forma una parte clave en el colectivo creativo que le da la vida a Myopía. ¡Las cosas pasan por algo!
Esa noche en La Curva de Los FoodTrucks se respiró buena vibra, cariño y ganas de seguir creciendo. Viéndolo en retrospectiva lo llamaría un evento sencillísimo de montar pero difícil de olvidar. Así como para entender que no es necesaria una super producción para pasarla rico ¡Gracias a todos los que vinieron!
Agradecimiento especial a Gabriela Molano por las fotos, Jacobo Said por las ilustraciones para la línea gráfica del evento, Salomón Beda, Alonso Barclay, Guil Treistman y Alberto Chlimper por las vibras, Nicole Balansky por la ayuda y Pancho Parodi por abrirnos las puertas de tu casa y confiar.
¿te gustaría que los bares y los museos tengan bebés?